Hoy Rafael Da Silveira Bueno (1), nuestro colaborador en la Cooperativa Social NoE (2) en Sicilia, nos cuenta sobre fenómenos meteorológicos extremos, episodios de sequía y degradación del suelo debido al cambio climático y a la acción humana.
Aportando evidencias: el cambio climático ocurre ante nuestros ojos
Rafael se mudó a Italia, y concretamente a Sicilia en 2014, tras obtener un doctorado en la Facultad de Ciencias Agrícolas y Medioambientales de la Universidad de Palermo. Trabaja en consultoría y gestión de proyectos europeos en el área mediterránea, como el proyecto Desert-Adapt (3) de LIFE, y en América Latina, en Brasil.
“La desertificación en el sentido de la degradación del suelo ocurre en todas partes, tanto aquí en Italia como en Brasil. A menudo, si las lluvias son demasiado intensas, concentradas o caen en un periodo anormal, esto puede provocar erosión y degradación del suelo si este está al descubierto. Esta es la clave”.
– Rafael Da Silveira Bueno
Las palabras de Rafael saben a la experiencia de alguien que estudia, ve y actúa para contrarrestar el cambio climático. En 2022, hay todavía quienes siguen negando la existencia de situaciones meteorológicas críticas a pesar de que los datos hablan por sí mismos. “El Departamento de Agricultura y Medio Ambiente de los Estados Unidos ha declarado que cerca del 40% de la superficie utilizable del planeta corre el riesgo de desertificación causada por el ser humano, es decir, por la mala gestión de la tierra y la falta de cobertura arbórea. Según la Carta de Sensibilidad oficial emitida por la región de Sicilia, el 70% de la isla está en riesgo crítico de desertificación“.
Rafael está comprometido con enseñar las pruebas del cambio climático. “Cuando voy a las cooperativas, me llevo unos termómetros para mostrar a todos los colaboradores la diferencia entre mantener el suelo cubierto y descubierto. Y al ver las temperaturas, se sorprenden.
En Caltanissetta, medí la temperatura del suelo en el olivar de un vecino a las 10 de la mañana: en las zonas descubiertas, el termómetro medía 45-46 grados; seguramente a las 3 de la tarde esta temperatura habría alcanzado los 50 grados. En los lugares en los que había cobertura de mantillo no demasiado abundante, la temperatura rondaba los 38 grados y seguía siendo entre 5 y 8 grados más baja que en el suelo descubierto en las horas más calurosas. El dato fundamental, sin embargo, es que debajo de los árboles la temperatura era de unos 30 grados, subiendo como mucho un par de grados en las horas siguientes.”
Fenómenos meteorológicos extremos y responsabilidad humana
En los últimos años, los fenómenos meteorológicos extremos son cada vez más frecuentes, concentrados e intensos. “Desde 2014 hasta 2019, el clima no ha cambiado tanto; pero cada año, desde finales de 2019, se producen fenómenos meteorológicos extremos con temperaturas diurnas y nocturnas, viento y precipitaciones anormales.
Justo desde 2019 cuando empezamos con el proyecto en Partinico y en particular los años 2020 y 2021 han sido anómalos si comparamos con los datos históricos. El calor y las precipitaciones concentradas en unos pocos eventos muy intensos crean a su vez fenómenos de erosión y favorecen la degradación.
Los incendios (4) también son ciertamente un problema, hemos tenido tantos en Sicilia, por ejemplo en 2016, y siempre han sido causados por el ser humano. Si se desencadena accidentalmente un incendio o alguien lo provoca, los fenómenos de sequía y viento amplifican enormemente las llamas, causando ulterior desertificación.
Sequía, heladas y lluvias: de las observaciones a los proyectos de campo
“Todos los proyectos en los que trabajo tienen como aspectos base el ahorro de agua, cobertura permanente del suelo, adición de materia orgánica y aumento de la cobertura leñosa, que son las armas que tenemos contra la desertificación.
Adoptamos estos principios independientemente de la situación más o menos agravada, creando sistemas con nuevas y viejas variedades. Los árboles frutales y los cítricos de variedades antiguas resisten mejor a los eventos extremos ya que han superado algunos y almacenado el cambio climático en su fondo genético. Las variedades productivas más modernas y las matas de frutas tropicales sufrieron más los 40 grados de julio de 2020, temperaturas nunca registradas anteriormente en el mismo periodo, pero también las heladas fuera de temporadas.
La sequía en Sicilia ha sido uniforme en los últimos tres años. Sin embargo, este año no ha sido peor sólo porque llovió mucho el otoño pasado. Por un lado, estas lluvias ayudaron a reducir las altas temperaturas; por otro, se produjeron en una época en la que generalmente no llueve. El agua recolectada se ensució y quedó paradójicamente inutilizable; además, estos fenómenos provocaron una enorme erosión.
Casi todos los campos están equipados con un sistema de riego por goteo, especialmente los cítricos y los aguacates. En los dos últimos años, hemos tenido que adoptar un sistema de riego de emergencia dentro del proyecto LIFE, dando muy poca agua, solo dos litros por planta. Sin esta medida no habría sido posible seguir adelante.
Hace poco estuve en el Norte, donde comprobé que la situación de sequía es muy crítica. En cierto modo, si las zonas que suelen recibir más lluvia padecen por un evento de sequía extrema, sufren más que las zonas que están acostumbradas a ella, como la costa del Mediterráneo, donde se suele plantar cultivos más resistentes.
¿Por qué es esencial plantar árboles para combatir la sequía y el cambio climático?
Una de las zonas en las que se desarrolla el proyecto LIFE en el cual trabaja Rafael es Lampedusa. “Creo que es un ejemplo importante de cómo la eliminación de la vegetación conduce a la degradación total del suelo. Hasta 1850, los registros históricos dicen que Lampedusa estaba cubierta de bosques, y hoy sólo se ven terrenos extremadamente degradados, afloramientos de rocas y muy poca tierra”.
De hecho, el suelo necesita estar cubierto de materia orgánica para poder regenerarse, como también nos contaba Guido Cencini (5) en este artículo (6) sobre la desertización. Volviendo al ejemplo de Caltanissetta, está claro cómo la cobertura forestal disminuye drásticamente la temperatura del suelo. “Cuando hablamos de calentamiento global también nos referimos a esto: a 45 grados, todos los microorganismos están cocidos. Además, el agua evapora demasiado rápido a esas temperaturas, mientras que a 30 grados el suelo logra retener mucha más agua, además de tener una protección por encima.”
Rafael Da Silveira Bueno, Guido Cencini y Federico Citta (7) coinciden en que la implantación de sistemas agroforestales es una posible y deseada solución a la desertificación y a la sequía. “El único ecosistema natural en el que el suelo no está cubierto de vegetación son los desiertos, esto debería decir mucho sobre cómo deben gestionarse los sistemas”.
Escrito y traducido por Alice Spada
Fuentes:
Entrevista con Rafael Da Silveira Bueno, 3 de agosto de 2022.
(1) Rafael es licenciado en ecología por la Universidad de São Paulo en Brasil y doctor por la Facultad de Ciencias Agrarias Forestales y Ambientales de la Universidad de Palermo. Es consultor en proyectos de ecología y recuperación de áreas degradadas en Italia, Portugal y España a través del proyecto LIFE y en Brasil, en la zona de la Mata Atlántica, incluyendo los estados de São Paulo y Río de Janeiro. Estas son algunas de sus publicaciones académicas.
(2) La Cooperativa No Emarginalizzaizone (NoE) tiene su sede en Partinico, en la provincia de Palermo, y está activa desde 1993, creando soluciones socializadoras y orientadas a la profesionalización para los discapacitados y para la reinserción laboral. Se ocupa de la agricultura ecológica en tierras confiscadas a la mafia; el transporte y la entrega a domicilio de productos ecológicos; el ecoturismo; la formación para la empresa social, colaborando también con organismos públicos.
(3) El proyecto Desert-Adapt está incluido en el programa LIFE de la Unión Europea y coordinado por la Universidad de Palermo.
(4) Aquí y también aquí más información sobre los incendios en Italia y en el mundo.
(5) Guido Cencini es agrónomo y estratega de ACV y bosques en zeroCO2.
(6) Desertificación: un fenómeno global con soluciones locales.
(7) Federico Citta es consultor externo de la agropecuaria La Piemontesina. Le entrevistamos aquí: Historias de la sequía: entrevista con La Piemontesina.
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